Apoyemos y cuidemos sin estigmatizar

Redacción y edición: María Inés Alvarado
Investigación y búsqueda de fuentes: Daniel H. Saban
Como cada 30 de noviembre, desde el año 2012, hoy se conmemora el Día de la lucha contra los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), con el objetivo de concientizar a la población sobre el sufrimiento al que se enfrentan las personas que padecen estos desórdenes y como ayudar a sus familias.
La medicina los describe como trastornos mentales que generan un comportamiento patológico frente a la ingesta de alimentos, provocados por la obsesión que ocasiona el control del peso. Afecta a millones de personas en el mundo y están presentes en todas las edades sin importar sexo, género o condición social.
Es importante entender que lo TCA implican problemas serios acerca de cómo se piensa sobre la comida y la conducta alimentaria y que no constituyen un problema con la comida, sino más bien un problema que se refleja en la comida, ya que se originan por la interacción de diferentes causas de origen biológico, psicológico, familiar y sociocultural.
Una de las principales recomendaciones de quienes asisten a pacientes con TCA es el correcto apoyo familiar, dado que, quien lo sufre, no tiene conciencia de su enfermedad, y por lo tanto no logra identificar las consecuencias. Otra de las recomendaciones es evitar la estigmatización que rodea a este tipo de enfermedades, dado que la presión social por adelgazar, las redes sociales, y la preocupación por lograr un ideal estético delgado asociado al éxito social, podrían ser factores que explican la mayor vulnerabilidad en adolescente y jóvenes, con un mayor porcentaje entre la población femenina. Por otro lado, también debe complementarse con un tratamiento psiquiátrico, dado que la causa radica en múltiples factores: psicológico, biológico, sociocultural y familiar.
Quienes trabajamos en ESI sabemos que hablar de TCA implica pensar en términos de salud, nutrición y alimentación, profundizando el abanico de cuestiones que se vinculan abiertamente con el tema. Para trabajar desde la salud, es importante pensar la importancia de la promoción, definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como “el proceso que permite a las personas incrementar el control sobre su salud”, término que amplía la importancia de la prevención porque amplía la mirada, al implicar un método multidisciplinario para garantizar acciones que promuevan la salud y el bienestar. Asimismo, integrar contenidos en relación con la nutrición, la alimentación saludable, la información adecuada de los productos que se consumen y acerca de los diferentes hábitos que influyen en la salud, permite tomar conciencia de la importancia de una dieta equilibrada con una vida saludable, sin dejar de lado las falsas ideas de belleza que muestran los medios de comunicación. Entender, analizar, poner en discusión y desarmar los estereotipos culturales referidos a la imagen corporal pueda generar un cambio real.
No es necesario definir en el aula los diversos tipos de trastornos alimenticios, ni describir cómo funciona cada uno o qué tipo de conductas son típicas de ellos (atracones, vómitos, consumo de diuréticos o laxantes, etc.) porque toda esa información circula en redes e internet, pero si ayudar a entender las causas y pararnos, como docentes, en el lugar del faro que ilumina para evitar males peores. Trabajar de manera interdisciplinaria en la baja autoestima; la falta de control o sentimientos de insuficiencia; los sentimientos relacionados con la depresión, la ansiedad, el enojo o la soledad; dificultades en la interacción social o relaciones familiares y personales problemáticas.
Relacionar la historia de la alimentación con los diferentes momentos y costumbres históricos, también puede ayudar a crear conciencia. Son conocidos los casos de personas que, en nombre de la religión o por motivos divinos han provocado daños en su cuerpo por culpa del ayuno o de celebridades obesas que demostraban su riqueza y grandeza con grandes comilonas para demostrar poder. Por eso insistimos que es una fecha para no pasar por alto en nuestras planificaciones, y acompañar las campañas realizadas a nivel global para generar conciencia acerca de que ni la extrema delgadez ni el sobrepeso o la obesidad se relacionan con un problema estético: son, ante todo, un problema de salud concreto.
Materiales para el trabajo en el aula:
- Cuadernillo Biología: nutrición en el organismo humano: ¿somos lo que comemos?. – 1a edición para el profesor – Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Ministerio de Educación e Innovación, 2018. Libro digital, PDF – (Profundización NES)
- Charla TED “El deseo TED de Jamie Oliver. Enseñarle a todos los niños acerca de la comida” (2010), del chef inglés Jamie Oliver.
- Charla TEDx Talks Alcoi “¿Estamos locos? No se puede comer de todo” (2017), de la española Alicia Baldó, licenciada en Farmacia Industrial y Clínica.
- El video “Cómo leer las etiquetas de los alimentos correctamente”, Cocineros Argentinos, 30 de agosto de 2016. Explicación de la periodista Soledad Barruti, que explica algunas “trampas” del mercado y enseña a leer las etiquetas para poder tomar decisiones informadas.
- La nota periodística “Por una ley de etiquetado: ‘Acá ni siquiera están obligados a decir que los alimentos tienen azúcar’”, Almagro Revista.
- “El debilitador social”, capítulo noveno de la segunda temporada de la serie “Los simuladores”.
- “8 trastornos alimenticios que no conocías” video de YouTube