Educar desde otra perspectiva ayuda a alcanzar más equidad

A pesar de los avances en materia de promoción de derechos, aún en muchos lugares del mundo hay gente que sufre agresiones por amar a una determinada persona, por la vestimenta que elige o por cómo se siente. Los insultos o el acoso, cómo la negación de los puestos laborales o la falta de atención médica adecuada, constituyen un abanico de tratos discriminatorios que, en muchos casos, pueden llegar a ser letales. La orientación sexual y la identidad de género son aspectos integrales de nuestra subjetividad y, en ningún caso, deberían ser motivo de discriminación, abusos o penalización que aplican leyes que convierten un beso en un delito.
El 28 de junio, día que se celebra el orgullo como bandera del colectivo LGBTQ+ en conmemoración a aquel día de 1969 en Stonewall abrió una puerta para la lucha de los derechos de tantas personas invisibilizadas y perseguidas que creció y sigue creciendo con una fuerza monumental. Por eso, y en medio del contexto actual en el cual se encuentra la sociedad en general por culpa de la pandemia del COVID-19, es que se hace más importante pensar ¿Cómo sería un mundo con perspectiva diversa? Y, a partir de esta pregunta, es que quienes desarrollan el UNIVERSOS TEDXRÍODELAPLATA, y de la mano de Tomás Balmaceda, recopilaron una serie de charlas TED que pueden ayudar a responder: ¿Qué sucedería si abrazamos la diversidad con la que vivimos?
¿Género? ¡A mí me gusta la persona!
La primera de estas charlas, está contada por Francisco Weitzman, un joven de 16 años que estudia en la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini de la Ciudad de Buenos Aires quien se plantea como pregunta motivadora ¿Qué hace que algo nos guste? y, en respuesta a ella, explica algunas de las razones por las cuales algo nos gusta o no. “Cuando conoces a alguien de tu mismo sexo se te mueve el piso”, -relata el adolescente a partir de su encuentro con Juan, un joven a quien conoce en una fiesta y que le produjo “una ensalada en mi cabeza, porque no era típico para mi”.
También comenta que nunca se había relacionado con un chico y que sentirse bien con una persona de su mismo sexo y poder hablarlo en un escenario muestra un nuevo mundo, que deja atrás los criterios tradicionales. ¿Por qué motivo encasillamos a las personas? se pregunta también, para afirmar que no lo tiene claro como tampoco entiende lo que hace a una persona ser hombre o ser mujer, pero entiende que vivimos en un momento particular en que se están cambiando los esquemas. “Cada vez somos más los que pensamos con libertad. Si no existiesen los preceptos actuales muchos problemas dejarían de existir”.
No se nace feminista
Esta segunda charla, a cargo de la socióloga Dora Barrancos, es una clara explicación acerca de que nadie nace feminista, sin que es algo que se enseña y se aprende, y lo cuenta desde se propia experiencia.
Relata que, en 1979 estando exiliada en Brasil, ocurrió el homicidio de una mujer admirable, ultimada a tiros por un hombre. Fue en esa circunstancia, que casualmente se encontró en un programa de televisión con el abogado del homicida, quien era una prominente persona de la vida pública y explicó, ante las cámaras, que la defensa del asesino, era muy fácil porque el hecho constituía una legítima defensa del honor, dado que el hombre alegaba infidelidad. ”Por eso la había matado”. Este suceso obligó a Barrancos a estudiar el tema, encontrando en las realidades del patriarcado los motivos por el cual el mismo, excluye no sólo a las mujeres sino también a todas las otredades que no tienen la misma cartilla masculina.
Luego detalla cómo fue su camino a convertirse en “justiciera”, bregando por los derechos de todos y todas, sosteniendo que existen cuatro dimensiones necesarias para conseguir la equidad:
- Es necesario parar la violencia contra las mujeres.
- Resulta fundamental la participación idéntica de mujeres y varones en diferentes tareas. No deben existir labores solo para mujeres.
- Es imprescindible lograr paridad y equidad en todas las instituciones.
- Debe avanzarse en la reflexión sobre la soberanía de nuestros cuerpos, tanto de los varones cómo de las mujeres: ”Las mujeres tienen que ser soberanas de su cuerpo”.
“Vidas dignas de ser vividas esa es la cuestión”, señala desde su punto de vista cómo feminista.
Visibilidad y Representatividad en la Ficción
En este podcast Tomás Balmaceda entrevista a Gus Casals quien destaca que la realidad que percibimos es una construcción absolutamente cambiante, y es necesario que todas las voces y todos los puntos de vista sean escuchados. Es preciso soñar con un mundo diverso sin binarismos.
Sostiene Casals, también, psicólogo de profesión, comunicador por elección, charlatán y difusor de temas de cultura LGTB que: “la sexualidad es tabú, no la diversidad sexual”, desafiando los estereotipos de masculinidad porque “soy un tipo enorme de barba, pero también puedo tirar plumas cómo el peor”.
Para Casals, el podcast es un formato en pleno crecimiento en la Argentina, porque permite a los oyentes la posibilidad de informarse sobre todos los temas cuando y donde quieran hacerlo. Asegura con conocimiento, que existe gente a la que la comunidad LGBT le “genera una cosa visceral por incomprensión y falta de información”.
Abrimos conversaciones, mostrando realidades. Con un efecto tipo la gotita se va erosionando la roca; enseñarnos cómo somos, en el mundo de la ficción nos mejora la condición de vida. La representatividad es la capacidad de actuar en nombre de una persona o bien de un colectivo. Gus Casals sostiene que él mismo está logrando salir del closet cómo comunicador de una nueva sociedad que abarca más inclusiones.
Nada más queer que la naturaleza
Esta frase es el nombre que lleva la charla de Brigitte Baptiste, especialista en biodiversidad y medioambiente, quien desde 2019 dirige la Universidad EAN de Bogotá siendo la primera rectora transexual en su país. Casada y padre de dos hijas, en un momento se decidió y se cubrió con una estética kitsch.
Ella sostiene que la humanidad está en problemas al rehusarse a cambiar sus costumbres, y llevará su postura a la primera Cumbre de Premios Nobel “Nuestro Planeta, nuestro futuro”. Ella es transgénero y escogió su nombre en honor a Brigitte Bardot, cuando decidió a los 35 años que el cuerpo con el que había nacido no era el que ella pretendía.
La bióloga, exdirectora del Instituto Alexander von Humboldt, y gran luchadora por los derechos LGBTQI, afirma que “Ser transgénero es ser capaz de moverse a través del género sin quedar atrapada ni anclada en ningún estereotipo ni en un rol definitivo. Es ser capaz de explorar y construir el equilibrio entre lo femenino y lo masculino, y moverse entre las dos definiciones y hacía los lados. Es no limitarse a nada: no asumir ninguna relación obligatoria entre género, preferencia sexual e incluso cuerpo”.
El cambio de sexo y de género se ha reportado regularmente en la ciencia, cada vez con más frecuencia, pero mucha gente utiliza el argumento de la falta de naturalidad en la colectividad LGBTQI+ cómo una circunstancia para criticar y cuestionar la existencia de la comunidad sin justificar la existencia del colectivo, con lo cual se ha naturalizado en estos días la violencia y la discriminación, hacia los mismos y explica que, en la naturaleza encontramos razas que parecen estar permanentemente en marchas del orgullo gay con sus especies coloridas llamando la atención, incluso de las distintas variedades depredadoras que los acechan poniendo en riesgo su existencia. Todas las especies, convergemos en la historia de la vida, gracias al ADN. Estamos en el mismo cuento, y el cuerpo es el que desarrolla identidad sexual de acuerdo a cómo y con quien vive. Es tiempo de rechazar la homogeneidad, y de construir una visión más gozosa de la diversidad, más divertida y más bonita de la naturaleza.
Llegó el momento de construir una naturaleza queer, rechazando la homogeneidad. Son días para construir una visión más gozosa y divertida de la naturaleza. Llegó el tiempo de recuperar la diversidad sexual. Es importante según Brigitte: “que no se discuta para tener razón sino para construir verdades”.
Porque estoy orgulloso de ser
Los menores transexuales, así como quienes no encajan con el sexo no normativo conforman una minoría con un gran riesgo de exclusión social, pudiendo sufrir discriminación y acosos escolares o rechazos en el seno familiar. De ahí la importancia de que, con apoyo y contención, puedan lograr su integración a sus grupos etarios.
“Yo no me aceptaba cómo lo que soy; eso era lo más difícil. Le hable a mi mamá, y sabía que me podía entender. Busqué apoyo en los más cercanos, y me escondí de muchos otros”. Comienza a relatar su experiencia el adolescente Hugo Hualde en el escenario. “Solo tenía que aceptarme cómo lo que mi cuerpo era. Quiero decir esto para que nadie se quede estancado”.
Hoy expresa que “Me hace feliz que me llamen por mi nombre, porque me identifico con él. Tardé años en descubrirlo, por el miedo que me daba decirlo; durante la infancia me llamaron con otro nombre. Esa persona no era yo”, cuenta Hugo efectuando profundas reflexiones.
“Pasaron más de 10 años para saber quién era”. Ahora le parece ridículo y exagerado, pero en ese entonces la homosexualidad era algo extraño, porque esas cosas pasaban solo en la tele y no en la vida cercana al mundo de cada uno. “Si hubiera tenido más conocimiento sobre la homosexualidad y la transexualidad me hubiera costado un poco menos”, afirma Hugo. Hoy afirma que, si bien nunca hubiera elegido ser trans, “Estoy orgulloso de ser Hugo y estar acá. Quiero ser alguien que acepte ser como soy”‘.
Daniel Héctor Saban