El derecho al aborto como contenido educativo

De las calles a las aulas
Por Maria Ines Alvarado
El 28 de septiembre se celebra el Día de Acción Global para el acceso al Aborto Legal y Seguro, fecha que surgió 1990 en Argentina, en el ámbito del V Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe. La propuesta, que fue presentada por la delegación brasileña, asociaba la fecha al aniversario de la promulgación de la Ley de Libertad de Vientres, sancionada en Brasil en 1871, por la cual se consideraron libres todas las criaturas nacidas de mujeres esclavas.
También conocido como Día por la Despenalización y Legalización del Aborto, se extendió por todo el planeta, de la mano del movimiento feminista, con el fin de legalizar esta práctica y así evitar la muerte de muchas mujeres en el mundo a causa de abortos clandestinos.
En Argentina, la Ley 27610 sancionada el 10 de diciembre de 2020, hace apenas diez meses, establece el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo, reconociendo que se trata de un tema de salud pública y derechos humanos de las mujeres y personas con capacidad de gestar. La lucha por la sanción y posterior aprobación de esta ley nació en las calles, de la mano de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito y se la conoce mundialmente como “la marea verde”. Triangular como símbolo de resistencia de las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo y verde porque es un color relacionado con la vida y la ecología, que simboliza no más mujeres muertas por abortos clandestinos. En su centro lleva impreso el lema “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal, seguro y gratuito para no morir”. Y este es el motivo de la nota de hoy.
¿Qué tiene que ver el aborto como la ESI? Mucho. En Argentina, durante las últimas décadas, fueron sancionadas diversas leyes que ampliaron derechos sexuales y reproductivos (DDSSyRR), negados durante años. En primer lugar, la sanción de la Ley 25673 en 2002 que crea el Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable en el ámbito del Ministerio de Salud y convoca, a su vez, al sistema educativo a trabajar en pos de garantizar el acceso a la información y los recursos en materia de prevención. Luego la 26061 en 2005 que establece la Protección Integral de niñas, niños y adolescentes y cambia la perspectiva jurídica, a partir de lo cual, se les concibe como sujetos de derecho, y la obligación del Estado de garantizar estos derechos. Por último, la Ley 26150 que crea el Programa Nacional de Educación Sexual Integral que, inaugura una perspectiva diferente de las miradas tradicionales sobre la sexualidad profundiza el paradigma de Derechos de NNyA.

En 2009 llega la Ley 26485 de Protección Integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres y más tarde las Leyes 26618 de Matrimonio Civil en 2010 y la 26743 de Identidad de Género de 2012, que incorporan a los DDSSyRR la importancia que tiene alcanzar el mayor nivel de plenitud sexual más allá de la orientación sexual, la identidad de género y/o el género autopercibido. La Ley que promueve el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) culmina este mini recorrido histórico.
Ahora bien, ¿qué implica pensar la IVE como contenido educativo? Que forma parte de los DDSSyRR al garantizar que es una temática de salud pública que debe abordarse desde un enfoque basado en la perspectiva de Derechos Humanos y que el Estado reconoce el derecho de las mujeres y personas con capacidad de gestar, a decidir sobre su cuerpo y su reproducción. Y, para poder llevar a cabo esta toma de decisiones, es necesario que NNyA cuenten con información precisa, adecuada, de forma libre y sin presiones. Y acá es donde debe actuar la escuela: reconociendo que uno de los contenidos de la ESI es educar para que las personas puedan decidir con libertad y autonomía sobre su vida sexual y reproductiva en el marco de los DDSSyRR.
La posibilidad de trabajar de manera transversal e interdisciplinaria es la manera en que la escuela como institución, y cada docente en particular como garante de derechos, tiene para incorporar la IVE como contenido curricular de los derechos sexuales y reproductivos. Acorde a cada nivel educativo, se puede trabajar desde los cincos ejes:
- A partir del eje Cuidado del cuerpo y la salud, abordar conceptos como abuso, consentimiento informado, planificación y prevención del embarazo, mitos y verdades de los métodos anticonceptivos (MAC).
- A partir del eje Valorar la afectividad, se puede indagar sentimientos, pensamientos, promover el diálogo para abordar dudas e inquietudes.
- A partir del eje Garantizar la equidad de género, trabajar la deconstrucción de estereotipos basados en la maternidad y la reproducción; por que las tareas de maternaje y cuidados producen desigualdades sociales de género; por que históricamente el aborto es una lucha de mujeres, por qué se habla el derecho a decidir.
- A partir del eje Respetar la diversidad, se puede analizar el término “otras identidades de género con capacidad de gestar” y por qué la ley hace mención a ellas.
- A partir del eje Ejercer nuestros derechos, se puede pensar una actividad para abordar la IVE como parte de los DDSSyRR y su recorrido histórico; reflexionar acerca de por qué es un derecho que costó tanto alcanzar.
Lo importante, en cada abordaje, es aportar la información precisa y adecuada para fortalecer la toma de decisiones; intervenir frente a situaciones emergentes que irrumpen la vida escolar; genera un espacio para acompañar, intervenir y sostener en aquellas situaciones de vulneración de derechos que se hagan presentes en la escuela. Informar acerca de que el aborto clandestino está considerado una de las cinco principales causas de mortalidad de la mujer en gestación y que muchas de ellas, sufren graves daños que pueden dejarlas con alguna discapacidad o con la imposibilidad de no volver a quedar embarazadas es ampliar derechos y achicar la brecha de género. Hablar de aborto en las escuelas, es hablar de ESI.
Material de descarga
(clic en portadas)
Ley 27.610 – Regulación del acceso a la IVE y atención postaborto
La implementación de la IVE a nivel nacional