Manu Mireles: «El ejercicio de la ciudadanía plena y la garantía de derechos no dependen solo de las normas…»

Entrevista a Manu Mireles
“El ejercicio de la ciudadanía plena y la garantía de derechos no dependen solo de las normas sino de que todas las personas hagamos algo para garantizar que se respeten”

– Sos el protagonista del Capítulo 2 del proyecto Contratá Trans. ¿Qué es Contrata Trans y cómo nació?
– Contrata trans es un proyecto de inclusión laboral para personas travestis y trans que busca revertir la brecha de oportunidades que existe porque más del 90% de personas trans nunca dio una entrevista laboral en su vida y la mayoría ejerce la prostitución como único medio de vida. Entendemos que no solamente es preciso dar contenido a las personas trans sobre cómo generar un curriculum, sino que también es importante dar capacitación a las empresas para que puedan valorar y contener a las disidencias a través de capacitar áreas de Recursos Humanos, formar a los equipos de trabajo, que tipo de información se tiene que pedir, como se enuncia a una persona trans, que pasa con los baños, con la obras sociales, etc. Todo ese tipo de preguntas asociadas a garantizar los derechos de las personas trans, a partir del marco normativo en Argentina. Por ejemplo, una empresa muy reconocida en Argentina tuvo una petición de una persona que estaba transicionando, y la obra social le dijo que no le cubría el tratamiento hormonal, como si fuese un lujo y no un derecho. La respuesta de la empresa fue que si no podían garantizarle el tratamiento cambiaban de obra social. Automáticamente, le dieron el tratamiento. Entonces la postura política que tiene la empresa frente a la garantía de derechos y frente al cumplimiento de ley es fundamental. La ley es clara, pero las obras sociales no lo tienen claro. Hay empresas que nos preguntan si tienen que hacer otro baño. Les planteamos ¿Qué les parece? ¿Por qué sí o por qué no? Es preciso que entendamos que una de las primeras cosas que asumimos cuando asumimos que somos personas es el género. Y cuando no podemos asumir el género de alguien, o cuando no nos queda claro si el género es el mismo asignado al nacer o el que expresa o siente en su vida, comienzan a pasar todas estas cuestiones. Así nació “Contratá trans”, que va orientado en esa dirección.
– ¿Quiénes apoyan este proyecto?
– Contamos con el apoyo de Naciones Unidas a través de ONU Sida y de las embajadas de los Países Bajos en convenio con el Bachillerato Popular Mocha Celis, del cual soy secretaria académica y docente. Creamos el proyecto, hicimos cuatro videos y junto con otres compañeres travestis, trans y no binaries vamos a las empresas a capacitar al personal, desmantelar los prejuicios y los imaginarios en relación con las personas travestis y trans. Nos pasa mucho que en general se tiene una mirada deshumanizada, cosificada, erotizada de este colectivo porque es la que ven en tv, pero como no tienen vínculo cotidiano, ni relaciones afectivas, no toman mate, ni cerveza, ni van a comer, por lo tanto no las conocen. A partir de esas capacitaciones hace un mes, presentamos esos cuatro videos: el primero narra la situación de las personas travestis/trans, el segundo define conceptos básicos de diversidad, sexualidad y derechos humanos, el tercero describe el marco normativo y el último explica cómo implementar efectivamente la incorporación de personas travestis/trans en ambientes laborales. Fueron guionados pensando en personas cis de mediana edad, tiene una llegada super amplia. Son públicos, abiertos y gratuitos para que puedan ser usados en ámbitos educativos, en capacitaciones o en el inicio de una charla.
– ¡Son excelentes! Es muy importante que puedan viralizarse y llegar a todos lados, sobre todo al interior del país, donde es tan necesaria la información.
– La realidad es que sí. Acá en CABA tenemos el Mocha[1] que, cuando a principio de año, no sabíamos si podíamos empezar con clases varias organizaciones y centros culturales se aliaron para sostener el espacio. Hace diez años que está funcionando y es importante que esté. Es una conquista del colectivo travesti trans. Hay un respaldo colectivo muy amplio.
– ¿Qué repercusión tuvo Contratá Trans a nivel empresa o instituciones?
– A partir de los videos, se ha triplicado la cantidad de empresas interesadas. Dos años lleva el proyecto capacitando empresas y recibiendo el curriculum de personas travestis trans. Lo más importante es que queda claro que no se trata de privilegios sino de derechos, porque existe una violencia estructural que se signa a les compañeres travetis, trans y no binaries ante la falta de oportunidades. Yo siempre digo que el concepto de identidad de género no es para las personas travestis y trans, es para transformar la sociedad en una más democrática, más igualitaria y para garantizar la ciudadanía a todas las personas, y no solo para varones, mujeres cis y transexuales. ¿Qué pasa con las otras identidades? ¿Y con las otras orientaciones sexuales? ¿Con las personas que expresamos nuestra identidad de género de forma disidente? Hace poco se comunicó con nosotres Alba Rueda, primera mujer trans en ocupar la subsecretaria de Políticas de Diversidad de la Nación, para apoyar la iniciativa. Incluso hubo diversas oficinas de gobierno provincial y nacional que se han contactado con nosotres para solicitar curriculum de personas travestis, trans y no binaries, y algunas han entrado a trabajar. Así que esto va avanzando.
– ¿Cómo crees que se pueda construir desde la educación que es tan “normalizadora” en nuestra sociedad?
– Tienen que pasar varias cosas. La primera tiene que ver con la necesidad de profundizar la formación porque la poca que hay sigue siendo binaria, habla poco de la afectividad, de la disidencia, de la identidad. Incluso las personas que tienen buena voluntad no han profundizado demasiado en estas dimensiones. La capacitación no puede ser solo para docentes, tiene que haber capacitación para personas que trabajan en gestión, porque es fundamental para poder acompañar las iniciativas. Tiene que haber espacios de diálogos con las familias. Porque con les estudiantes hay espacios, pero falta. Las disidencias tienen que ser visibles en la educación en general, porque no hay referentes, las disidencias que están en la educación se mantienen en el “closet”. Por ejemplo, no sé si mi directora es torta, o es trava, o si mi director es no binarie, siempre estamos hablando como de otras personas. Hay que humanizar, hablar de lo afectivo en relación a eso. Nos falta problematizar porque sigue faltando información. Muchas escuelas no tienen información sobre la Ley de Identidad de Género, no saben que exigirle a una persona travesti trans que cambie el DNI es violar la ley, porque no es obligatorio. Una de las cosas que hacemos es informar a las autoridades de los colegios porque hay desinformación en su círculo directo, en su familia para contenerla y seguir adelante para conocer la ley e implementar los protocolos. Cuando entrevistamos personas travestis y trans, otra dificultad es que el Estado no da cifras oficiales. Es difícil pensarnos y trabajar en políticas públicas si no hay cifras oficiales. Desde la Mocha generamos La Revolución de las Mariposas y Travar el saber que hablan de las trayectorias escolares de personas travestis, trans y no binaries en ambientes educativos para poder generar información y profundizar estos temas en la educación. Además hay que revisar muchas cosas como los formularios que aun dicen papá y mamá habiendo una ley de matrimonio igualitario, se desconoce que hay familias que no son heteronormadas sobre todo en muchos ámbitos educativos del sector privado. Hay colegios que piensan que pueden elegir dar educación sexual integral, creen que es una opción la perspectiva de diversidad sexual. Incluso las primeras versiones de la ESI son binarias y la ley de Identidad de Género es binaria.
– Además, teniendo en cuenta que la Ley de matrimonio igualitario también es binaria y normativa. De hecho, la palabra matrimonio es normativa.
– Por eso es importante problematizar estas cuestiones, es fundamental revisar libros de textos, unidades curriculares. Sino podríamos interpelar los libros que usamos hoy para hacer preguntas que nos permitan generar cierta reflexión en relación con los tipos de géneros. ¿Qué pasa cuando el libro de texto sigue ofreciendo “el profesor”, el ingeniero?
– La historia contada por el Hombre, ¿no? como el único capaz de haber construido una historia…
– Ahí está muy claro qué es el Patriarcado. Se pone al hombre por encima de la mujer en lo simbólico, político, económico, etc. Pero si las instituciones y les docentes tienen la formación y la capacidad para hacer preguntas y para reflexionar, ya avanzamos. Sigue habiendo mucho miedo en familias que tienen infancias trans en su seno donde las contienen y las cuidan, pero ¿qué pasa en las escuelas? Es importante que se vayan transformando y hay que acompañarlas. El INFOD[2] tiene una capacitación en ESI donde estuve capacitando y por primera vez comenzamos a usar la X o la E. Hay que preguntarse ¿por qué habría que usar lenguaje inclusivo? ¿De qué se trata? ¿Intenta excluir o incluir? Creo que hay que tramitarlo porque es educación.
– ¿Cuál es tu postura con respecto al lenguaje?
– Yo, como inclusivo, recomiendo una lectura que no sea de imposición desde ningún punto de vista. Conozco personas travestis y trans que no usan el lenguaje inclusivo porque entran en lo femenino, o personas que no se perciben ni como hombres ni como mujeres. Porque al género hay que cuestionarlo. Y el lenguaje inclusivo es un cuestionamiento de género desde el vamos, pensando que una persona es una persona y no es un “el” o una “ella”. El lenguaje inclusivo intenta dar cuenta de la diversidad de personas que existen por fuera de lo binario y lo normativo. El lenguaje inclusivo en la docencia es una postura política, no necesitas usarlo exhaustivamente durante toda la intervención. Con que uses en algún momento ya demuestras que hay un reconocimiento de la otredad que no tiene solo que ver con lo binario. Mi recomendación para empezar a usarlo es cuando lo anuncio, pregunto si alguien tiene alguna duda, pregunta, quiere hablar de esto, abramos el debate. Incluso para las personas que adhieren al lenguaje inclusivo no es fácil usarlo. Tenemos la cabeza seteada de una forma.
– Son muchos años de acostumbrarnos a hablar de una determinada manera de decir y de pensar. El lenguaje está dado de manera impuesta y el cambio lleva tiempo. Son años de reconocimiento.
– Es un debate interesante porque cuestiona estructuras profundamente patriarcales. Hasta hace unos años la RAE decía: Fácil, dícese de una mujer que se acuesta con muchos hombres. Esa misma Real Academia Española es la misma a la que le estoy creyendo todos los conceptos que me dice. Después hay acuerdos en los ámbitos de trabajo, con usar el pronombre que refleja a una persona, por ejemplo. Debe ser acordado. Yo lo problematizo. No es igual para todos los contextos. El docente está en una posición de autoridad. Hay que hacerse cargo de ese rol también.
– Para terminar, contame de vos. ¿Quién es Manu?
– Soy un inmigrante, vivo hace doce años en la Argentina. Nací y crecí en Venezuela. Acá estudié Educación, Derechos Humanos, Gerencia Pública. Soy doctorando en Educación de la Universidad de 3 de Febrero, Lanús y UnSam; me dediqué a trabajar en investigación y docencia en temas de género, diversidad sexual y Derechos Humanos. Además soy secretaria académica del Bachillerato Popular Mocha Celis, donde soy docente de Desarrollo de las Comunidades, que es la mención con la que egresan de ese espacio, es un trabajo territorial de comprender que son los problemas sociales, que podemos hacer las personas para transformar la realidad. En la UnTref está por comenzar un diplomado en ESI de la que formo parte, en la UBA doy clases en el CBC, en política y psicología. Soy una persona no binaria. Politizo la identidad marica como una postura política. Soy transfeminista, adhiero al transfeminismo como una de las miradas de los feminismos. Pensarlo transversalmente entendiendo cuestiones de géneros, de raza, de identidad, económicas, políticas, etc.
Manu Mireles, Contratá trans
– ¿Cuándo asumiste que tu identidad era No Binaria?
– Mi identidad vino con el trabajo que hice en Argentina, de animarme a expresarlo, porque sentirme una persona no binaria lo hice toda la vida. Tuve una familia católica conservadora, prohibitiva de todas las identidades, privativa de todas las libertades, con poca capacidad de contenerme y apoyarme para ser la persona que quería ser, sino mas bien llevarme para el lado que ellos creían que era lo mejor para mí. La militancia fue lo que me llevó, hubo un momento que hice el click de pasar de lo teórico a poder expresarlo en el cuerpo. El camino que mas me llevó tuvo que ver con la noche, por eso politizo la noche. Salía a bailar, iba a los lugares siendo la persona que yo quería, hacía lo que quería y sin miedo que nadie me viera. En mi caso particular expresar el no binarismo tuvo mucho que ver, no solamente con lo que me pasaba, sino también por una decisión política. Hoy en día no alcanza pensarnos subjetivamente, hay que ponerle el cuerpo. En el medio hubo mucho dolor, muchas violencias en la vía pública, en transportes, en lugares de trabajo, en mi círculo personal, en mi familia hubo un rechazo profundo pero también soy consciente de los privilegios que tengo cuando me asumí no binarie, que no fue a los 13 años, como la mayoría, ya tenía herramientas afectivas, económicas, sociales, que me permitieron y me permiten sostenerme.
– ¿Un mensaje positivo o alentador para cerrar la entrevista?
– Como sociedad, teniendo un marco normativo como el que tenemos en Argentina con las leyes de educación sexual integral, de matrimonio igualitario y de inclusión laboral, tenemos la base ideal para seguir avanzando. Es muy importante porque es un marco normativo que transforma la sociedad no solo para las disidencias, la hace más igualitaria y ese es un camino que se recorre colectivamente. El ejercicio de la ciudadanía plena y la garantía de derechos no dependen solo de las normas sino de que todas las personas hagamos algo para garantizar que se respeten.
[1] Nota del editor: Bachillerato Popular Mocha Celis, primera escuela de la C.A.B.A. para personas trans.
[2] Instituto Nacional de Formación Docente dependiente del Ministerio de Educación de Nación
Colaboración: Alejandra Funes
Diario Digital Femenino
La ESI en juego
Etiqueta:Contrata Trans, Manu Mireles, María Inés Alvarado